Cuando vivía en Perú no conocía realmente los cambios de las estaciones. Al menos no tan intensos como los europeos. Como sé lo que es tener todo el tiempo sol y no necesitar calefacción ni aire acondicionado, no me pronuncio realmente en contra de esa situación. Me gustaba mucho y la extraño como extraño a mi familia, a mis amigos.
En compensación, la naturaleza es aquí radiante, gris o multicolor. El otoño es probablemente una de las estaciones más fotogénicas. Hace mucho viento, llueve, hace más frío, pero los colores son extraordinarios. La naturaleza me dice todo el tiempo «estoy aquí», «estoy aquí» y además va a cambiar para dar paso al invierno.
En momentos así, qué reconfortante es estar sentada cerca al fuego con una taza de té y una ración de tarta/pie de chocolate. Es algo mágico. Tú también, tómate una pausa, sientate y con tu bebida preferida saborea esta deliciosa tarta. Cómela lentamente, siente las texturas, los sabores. Qué bien sabe algo hecho por nosotros mismos.
A continuación la receta de la masa y del relleno. La masa viene de un recetario que me dió mi mamá, que le dió su mamá. El relleno lo adapté de una receta del libro de la genial Béatrice Peltre. He variado las proporciones y he añadido cocoa/chocolate en polvo.
Tarta de chocolate
Masa quebrada para un molde de 27 cm de diámetro
- 300 gramos de harina
- 150 gramos de margarina o mantequilla
- 1/2 cucharadita de polvo de hornear
- 1/2 cucharadita de sal
- 6 a 8 cucharadas de agua fría (helada si es posible)
Preparación
Cernir juntos, la harina, el polvo de hornar y la sal. Añadir la margarina/mantequilla y trabajar la mezcla con un mezclador o manualmente. Parte de la masa debe quedar como harina de maíz muy gruesa y parte, en pedacitos del tamaño de guisantes. Rociar pequeñas cantidades de la masa con agua, una cucharada cada vez. Separar las porciones humedecidas y repetir la operación con las porciones secas. Usar solo el agua suficiente para mantener la masa unida. Unir las porciones humedecidas con las manos. Mientras menos se amase la mezcla, más suave será la masa.
Estirar la masa con un rodillo sobre una mesa o superficie limpia, seca y enharinada. Colocarla en el molde previamente engrasado y enharinado. Pinchar la masa con un tenedor. Reservar, de preferencia en un lugar frío. Los restos de la masa nos servirán para la decoración. Podemos estirar de nuevo los restos y cortar con cortadores de hojas, estrellas…
Ganache o relleno de chocolate
- 250 gramos de chocolate para repostería
- 250 mililitros de leche evaporada o crema de leche
- 3 huevos grandes
- 2 cucharadas de cocoa o cacao en polvo
- 3 cucharadas de azúcar
- nueces para la decoración
Preparación
Derretir el chocolate a baño María. No te hace falta compra más utensilios, basta poner una cacerola dentro de otra, la más grande debe contener agua, la más pequeña el chocolate en trozos. En otro recipiente mezclar la leche con el azúcar y la cocoa. Cuando el azúcar esté disuelta y la cocoa también incorporar poco a poco al chocolate. Remover bien. Esperar a que enfríe un poco y añadir los huevos uno a uno. Utilizar una cuchara o tenedor. Jamás una batidora. La idea es incorporar los huevos pero no que la mezcla se llene de aire. Por eso no debes usar un batidor manual o eléctrico.
Verter el chocolate en el molde con la masa. Llevar al horno a 180° durante 15 minutos y solo entonces colocar las nueces y los restos de masa en forma de hojas o estrellas. Si los colocas antes se hundirán.
Meter de nuevo al horno por 20 o 25 minutos más. Para las tartas o pies nunca precaliento el horno. Pasado este tiempo dejar enfriar y servir.
Personalmente me encanta ver las caras de mi familia luego de probar algo que he hecho. Con esta tarta no falla, luego de una estudiada degustación, pregunto: ¿y qué tal? me hacen un gesto de triunfo. ¡Me siento tan feliz cuando esto pasa!